Partido de “todos”… ¿quiénes?
Lo morado, lo desprestigiado y lo esperado de un nuevo partido político.
Lo morado. El nuevo
partido político “Todos” liderado por Roberto Alejos y conformado por una
alianza entre disidentes del partido UNE y miembros del partido Verde fue
presentado el fin de semana. Inició su campaña usando el color morado como
símbolo de su compromiso de trabajo con los jóvenes, mujeres, las tradiciones y
la penitencia. Sin embargo, corre el riesgo de quedar en un mero juego
prismático o confección publicitaria ornamental si no proporciona evidencias de
dicho ofrecimiento. Al menos en el inicio no dio suficientes. No se vio ni
mucha juventud ni mucha diversidad de género en los nombres que aparecen en el comité ejecutivo. En
cuanto a tradiciones, posiblemente se refieran al manejo tradicional que
hicieron de los discursos vagos y sin temas de fondo y en la estructura de una
organización convenienciera que pasó de verde a púrpura poniéndole un poquito
de rojo. Y la penitencia sólo se dejó ver en el acto quasi penitente
que hicieron pasar al grupo de estudiantes de ciencias de la comunicación de la
Universidad de San Carlos que denunció que se les requirió asistir al evento como
actividad de curso por el director de la carrera.
Lo desprestigiado. Los morados
emergen en un escenario político partidista que ha sido calificado como decadente por
los expertos. Más aún, forma parte de los factores con los que se define dicha
decadencia: volatilidad, ideología no definida y respuesta a intereses
particulares. Y como consecuencia de todos estos, una institucionalidad
menguada en su función primordial: representatividad de las diferentes
necesidades de la diversa población del país. Las cifras lo sugieren y los
hechos lo demuestran. El Latinobarómetro (2003,
2005, 2008) señala no solo que la credibilidad y confianza en los políticos es
baja sino que los guatemaltecos ven que los legisladores no actúan en su
beneficio. Resultados de entrevistas para estudios cualitativos recientes
realizados colaborativamente por la Universidad Rafael Landívar-Michigan State
University-Universidad Complutense de Madrid evidencian que una de las
principales motivaciones para la organización social y el activismo comunitario
es que las comunidades no sienten representados sus intereses por gobiernos
locales, nacionales y legisladores en los temas que les preocupan.
Lo
esperado. A
pesar de los pesares, los crédulos de la democracia-en- construcción todavía
vemos oportunidades de rescatar este sistema de representatividad. La experiencia,
liderazgo y capacidad de concertación de algunos de los surgidos cucuruchos
políticos podría ser utilizado para trabajar en las líneas que presentaron. El
disco de Newton que están tratando de formar con alianzas políticas diversas (a
juzgar por figuras presentes en la Asamblea como Cerezo y Zury Ríos) también
puede funcionar para avanzar una agenda de lo realmente importante, empezando
por la Ley Electoral y de Partidos Políticos, en especial el financiamiento de
partidos. Los ciudadanos tenemos también que jugar nuestro papel y pasar de la
etapa de celebración de haber logrado el derecho al voto a la verdaderamente
sustantiva de auditoría de ese voto. Al final, las organizaciones
partidistas que pasarán a la historia por haber dado un verdadero paso en la
consolidación democrática serán las que dejen de representarse a ellos mismos y
representen –realmente y no solo para el eslogan– a todos y especialmente
a los más vulnerables y vulnerados de nuestro sistema.